Exhausta

Me he cansado de escribir sobre el Amor. O sobre el enchochamiento y las acciones derivadas del mismo. Será culpa de mi Attention Deficit Disorder, pero ahora solo me preocupa mi incómoda obsesión con Timothée Chalamet. Incómoda porque no sé si me despierta el instituto sexual o maternal. O los dos al mismo tiempo, lo que es un temazo de terapia total y puede —aunque cada vez que veo una foto de Tom Hardy o Javier Bardem estoy segura de que no— se trate de alguna derivación sexual rara. Seguro que algún tío cum laude en sexualidad femenina de la Universidad de Stanford ha escrito un doctorado sobre el tema. No sobre mí, que soy occidental, pero tampoco me paso con lo del egocentrismo (decir esto desde un blog puede que no sea el mejor ejemplo), sino sobre lo raro de que las mujeres maduras se sientan atraídas por —y hasta osen formar una familia con- hombres más jóvenes.
No sé si es raro, pero siempre nos cae un rapapolvo.

La terapia cognitivo-conductual me está descubriendo que hay cosas que me interesan más (a parte de Timothée), en las que me apetece profundizar y desarrollar, aunque al final, todos los caminos llevan a Tom Hardy. Desenmarañar el nudo gordiano emocional es un proceso más bien largo. Todo está intrínsecamente conectado y mi cerebro no es precisamente el armario de Mari Kondo. En unas cuantas sesiones aprendí que hay muchos modos de consciencia, y que nunca llegas a esclarecerlo todo por completo, ya que el trabajo de conocerte a ti misma, es una constante. Entrenar tu mente a lidiar con la vida requiere curiosidad, motivación, mucha paciencia para encajar los reveses y, por supuesto, comunicación: Exprésate. Ya te lo dijo Madonna, pero yo te repito que es importantísimo lo de no guardarte las cositas dentro. Aprende a verbalizarlas. Si puede ser constructivamente, mejor. Si no… Disclaimer: Cuerpo a tierra.

Así las cosas, no quiero gastar más tiempo explicando mi lista de prioridades emocionales a nadie que no sea mi terapeuta. Ni justificándolas. Ni aquí, ni en el retiro tántrico de Segovia, ni en las primeras citas de Tinder donde te dedicas a contestar un sin fin de preguntas, francamente, ABURRIDÍSIMAS. Especialmente cuando a los 5 minutos ya sabes que esto del café no pasa. A esto se debería de referir el bueno de Darwin cuando dijo aquello de que el sexo requiere una gran inversión de recursos. Ufff si yo te contase. ¡Con lo que ha subido el café en Dinamarca con la inflación!. En una pereza sideral es en lo que ha acabado la cosa en 2022.

Sinceramente, dejándonos de tonterías, creo que lo mejor en esta vida es ser Keanu Reeves. Este hombre viene siendo la personificación del Mindfulness. Él a su rollo, impasible y normal de un modo tan natural que a la gente le fascina. Que nos guste Keanu es totalmente comprensible, pero ¿Por qué es tan raro que la naturalidad nos atraiga y nos llame tanto la atención?. Porque vivimos en una sociedad en la que estamos rodeados de pretensiones, y fake people con sus imposibles ángulos de Instagram. Una sociedad dividida entre l@s que se hacen selfies y opinan o dan soluciones para todo, y l@s que se dan por aludid@s con todos los comentarios y entradas que leen en Instagram. Como si la película tratase de ell@s. Una absurda espiral de competición de Egos muy de nuestros días. Narciso no daría crédito.
¡No te partes?! Si no eres de risa fácil, relájate y ponte Triangle of Sadness de Ruben Östlund.
Genial observación del cotarro. Te echarás unas risas, o no pillarás absolutamente nada. Tú prueba y a ver.
Ante semejante panorama … ¡Arriba Keanu Reeves, claro que si!
Es que lo dije con 14 y lo digo con 43: Me encanta este hombre!.

Es comprensible que estemos exhaust@s.
¡No solo son las redes sociales y la hiper conectividad!. También nos han rebasado el vaso interminables meses de pandemia, temiendo por nuestra salud y la de nuestros seres queridos, nuestro trabajo … ¡Nuestras vacaciones canceladas!. Esa gente con la que pasas tres horas de café y ni te pregunta como estás porque su vida es mucho más interesante. ¡Donde va a parar!. Que estemos a 17 grados en noviembre en Copenhague. Fratelli della Italia con su insoportable tufo a Mussolini. El Patriarcado refugiándose en la cultura para justificar sus tradiciones de mierda. Te relajas un día, y al siguiente te torturan y meten una paliza de muerte por cometer la fechoría de mostrar un mechón de pelo. Por no mentar a Leo y su vida sentimental. ¿Pero a caso este hombre va a asentar la cabeza con una mujer de bien de una vez por todas?. ¡Nos tiene tan preocupadas! Y para rematar, el estrés de la empresa de mudanzas de las Primeras Ministras Británicas. Ese negocio está viviendo en propias carnes lo de Nomal is Back. Más o menos. Se viene quemazón!. Pronto, en el Metro, junto al Mind the Gap, pondrán Mind Burnout. Cosas más raras se han visto.

La actualidad es un no parar de disgustos y confrontarnos sin evasión a la insoportable levedad del ser.
Conclusión: La Terapia debería de estar subvencionada. ¿A caso no pagaríamos gustosamente la de Putin? En el retiro de Segovia con los amantes de los abrazos tántricos. Eso lo relajaría.

Si la humanidad ha llegado al punto de poner a prueba nuestra capacidad de liderar juntos los retos y amenaza a nuestra supervivencia, está claro que nuestros cerebros de Sapiens van a petar en el intento.
Normal que con todo esto se me quiten las ganas de hablar del Amor.
Si se nos quitasen las de hacerlo… Apaga y Vámonos.

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